Con la rápida consolidación del USB-C como puerto estándar, los mejores monitores USB-C se han ganado un lugar en el mundo de la informática. Estas modernas pantallas son herramientas esenciales, y no solo para usuarios de portátiles y Ultrabooks, cuya conectividad está limitada por la de sus dispositivos.

Los puertos USB-C son capaces de transmitir archivos de datos de mayor tamaño a velocidades de transferencia mucho más rápidas que sus predecesores. Por lo tanto, pueden transferir vídeo, datos y energía de forma más eficiente a través de un solo cable. Esto los convierte —y, por consiguiente, a los monitores USB-C— en opciones más fiables, eficientes y versátiles que otras alternativas de conectividad. Así, los mejores monitores USB-C resultan muy beneficiosos para todo el mundo, incluso para usuarios ocasionales que buscan una configuración minimalista.

Aunque no es necesario ser usuario de Ultrabook ni profesional creativo para tener un monitor USB-C, conviene tener en cuenta algunos aspectos al comprar el mejor monitor para ti. Analiza la calidad de imagen, las funciones, el precio y las opciones de conectividad disponibles. Piensa también en qué resolución de imagen, compatibilidad de color, frecuencia de actualización, tiempo de respuesta y tamaño de panel se adaptan mejor a tus necesidades.