Más grande no siempre es mejor: No necesitas una torre enorme para tener un sistema con componentes de alta gama. Solo compra una torre de escritorio grande si te gusta su aspecto y quieres mucho espacio para futuras actualizaciones.
Si es posible, instala una unidad SSD: tu ordenador cargará mucho más rápido que con un disco duro tradicional y, además, no tiene partes móviles. Busca una unidad SSD de arranque de al menos 256 GB, idealmente combinada con una unidad SSD o disco duro secundario de mayor capacidad para almacenamiento.
Con Intel o AMD no te equivocarás: siempre que elijas un chip de última generación, ambas compañías ofrecen un rendimiento general comparable. Las CPU de Intel suelen rendir un poco mejor al ejecutar juegos a resoluciones más bajas (1080p o inferiores), mientras que los procesadores Ryzen de AMD suelen gestionar mejor tareas como la edición de vídeo, gracias a sus núcleos e hilos adicionales.
No compres más RAM de la que necesitas: 8 GB pueden servir en caso de apuro, pero 16 GB es lo ideal para la mayoría de los usuarios. Los streamers de videojuegos profesionales y quienes se dedican a la creación de contenido multimedia de alta calidad con archivos grandes necesitarán más, pero tendrán que pagar un precio elevado por opciones de hasta 64 GB.
No compres un PC gaming con varias tarjetas gráficas a menos que sea estrictamente necesario: si eres un jugador serio, opta por un sistema con la tarjeta gráfica de mayor rendimiento que puedas permitirte. Muchos juegos no mejoran significativamente su rendimiento con dos o más tarjetas en Crossfire o SLI, e incluso algunos lo empeoran, obligándote a desactivar un componente caro para obtener la mejor experiencia posible. Debido a estas complicaciones, solo deberías considerar un PC de sobremesa con varias tarjetas gráficas si buscas un rendimiento superior al que ofrece la mejor tarjeta gráfica de gama alta para el consumidor.
La fuente de alimentación es importante: ¿Proporciona la fuente suficiente energía para los componentes internos? (En la mayoría de los casos, la respuesta es sí, pero hay algunas excepciones, sobre todo si se pretende hacer overclocking). Además, conviene comprobar si la fuente de alimentación tendrá suficiente potencia para futuras actualizaciones de tarjetas gráficas y otros componentes. El tamaño de la caja y las opciones de expansión varían mucho entre las opciones que recomendamos.
Los puertos son importantes: además de las conexiones necesarias para enchufar tu monitor o monitores, necesitarás varios puertos USB para conectar otros periféricos y almacenamiento externo. Los puertos frontales son muy prácticos para memorias USB, lectores de tarjetas y otros dispositivos de uso frecuente. Para mayor compatibilidad futura, busca un sistema con puertos USB 3.1 Gen 2 y USB-C.
Las tarjetas gráficas, incluidas las GPU RTX 3090, RTX 3080 y RTX 3070 de Nvidia, siguen siendo difíciles de conseguir. Algunas de nuestras opciones basadas en Nvidia aún incluyen tarjetas de la generación anterior, aunque quienes tengan paciencia o revisen periódicamente la página web podrían encontrarlas con los modelos más recientes y potentes.
Para la mayoría, el presupuesto es el factor decisivo al comprar una computadora de escritorio. A veces se encuentran buenas ofertas en computadoras de grandes marcas cuando están en oferta, pero tendrás que conformarte con los componentes predefinidos por fabricantes como HP, Lenovo o Dell. La ventaja de una PC armada a medida es que puedes ajustar la configuración de los componentes hasta que se adapte a tus necesidades y presupuesto. Nos alegra ver que cada vez más computadoras vienen con componentes estandarizados, lo que permite actualizarlas más adelante.
Hora de publicación: 20 de octubre de 2021
 
 				