Cuanto mayor sea la frecuencia de actualización, menor será el retardo de entrada.

Así pues, una pantalla de 120 Hz tendrá esencialmente la mitad de retardo de entrada en comparación con una pantalla de 60 Hz, ya que la imagen se actualiza con mayor frecuencia y se puede reaccionar antes.

Prácticamente todos los nuevos monitores para juegos con alta frecuencia de actualización tienen una latencia de entrada lo suficientemente baja en relación con su frecuencia de actualización como para que el retraso entre tus acciones y el resultado en la pantalla sea imperceptible.

Por lo tanto, si desea el monitor para juegos de 240 Hz o 360 Hz más rápido disponible para juegos competitivos, debe centrarse en el rendimiento de su velocidad de respuesta.

Los televisores suelen tener un retardo de entrada mayor que los monitores.

Para obtener el mejor rendimiento, busque un televisor que tenga una frecuencia de actualización nativa de 120 Hz (¡no 120 Hz "efectivos" o "falsos" mediante interpolación de frecuencia de imagen!).

También es muy importante activar el "Modo Juego" en el televisor. Este modo omite ciertos procesos de postprocesamiento de imagen para reducir el retardo de entrada.