Lo primero que debemos aclarar es: ¿Qué es exactamente la frecuencia de actualización? Afortunadamente, no es muy complejo. La frecuencia de actualización es simplemente la cantidad de veces que una pantalla actualiza la imagen que muestra por segundo. Puedes entenderlo comparándolo con la frecuencia de fotogramas en películas o videojuegos. Si una película se filma a 24 fotogramas por segundo (como es el estándar cinematográfico), entonces el contenido original solo muestra 24 imágenes diferentes por segundo. De manera similar, una pantalla con una frecuencia de actualización de 60 Hz muestra 60 "fotogramas" por segundo. En realidad no son fotogramas, porque la pantalla se actualiza 60 veces por segundo aunque no cambie ni un solo píxel, y la pantalla solo muestra la fuente que recibe. Sin embargo, la analogía sigue siendo una forma sencilla de comprender el concepto básico de la frecuencia de actualización. Por lo tanto, una mayor frecuencia de actualización significa la capacidad de manejar una mayor frecuencia de fotogramas. Recuerda que la pantalla solo muestra la fuente que recibe y, por lo tanto, una mayor frecuencia de actualización puede no mejorar tu experiencia si tu frecuencia de actualización ya es superior a la frecuencia de fotogramas de tu fuente.
Al conectar el monitor a una GPU (Unidad de Procesamiento Gráfico/Tarjeta Gráfica), el monitor mostrará lo que la GPU le envíe, a la velocidad de fotogramas que esta proporcione, siempre que sea igual o inferior a la velocidad de fotogramas máxima del monitor. Una mayor velocidad de fotogramas permite que el movimiento se reproduzca con mayor fluidez en la pantalla (Fig. 1), reduciendo el desenfoque de movimiento. Esto es fundamental al ver vídeos o jugar a juegos con mucha acción.
Hora de publicación: 16 de diciembre de 2021
