Los monitores G-SYNC incorporan un chip especial que sustituye al escalador convencional.
Permite que el monitor cambie su frecuencia de actualización dinámicamente, según la velocidad de fotogramas de la GPU (Hz=FPS), lo que a su vez elimina el desgarro de pantalla y la intermitencia siempre que los FPS no superen la frecuencia de actualización máxima del monitor.
Sin embargo, a diferencia de V-Sync, G-SYNC no introduce una penalización significativa por retardo de entrada.
Además, un módulo G-SYNC dedicado ofrece overdrive variable. Los monitores para juegos utilizan el overdrive para aumentar la velocidad de respuesta, de modo que los píxeles puedan cambiar de color con la suficiente rapidez como para evitar el efecto fantasma o estela tras objetos en movimiento.
Sin embargo, la mayoría de los monitores sin G-SYNC no tienen overdrive variable, sino solo modos fijos; por ejemplo: Débil, Medio y Fuerte. El problema radica en que las distintas frecuencias de actualización requieren distintos niveles de overdrive.
Ahora bien, a 144 Hz, el modo de overdrive 'Fuerte' podría eliminar por completo el efecto fantasma, pero también podría ser demasiado agresivo si la velocidad de fotogramas baja a unos 60 FPS/Hz, lo que provocaría un efecto fantasma inverso o un sobreimpulso de píxeles.
Para un rendimiento óptimo en este caso, necesitarías cambiar manualmente el modo de sobremarcha según tus FPS, lo cual no es posible en videojuegos donde la velocidad de fotogramas fluctúa mucho.
La función de overdrive variable de G-SYNC puede cambiar sobre la marcha según la frecuencia de actualización, eliminando así el efecto fantasma a altas frecuencias de fotogramas y evitando la sobreexposición de píxeles a bajas frecuencias de fotogramas.
Fecha de publicación: 13 de abril de 2022
