Se necesita una velocidad de respuesta de píxeles rápida para eliminar el efecto fantasma (estela) detrás de los objetos que se mueven rápidamente en juegos de ritmo rápido. La velocidad de respuesta necesaria depende de la frecuencia de actualización máxima del monitor.

Un monitor de 60 Hz, por ejemplo, actualiza la imagen 60 veces por segundo (con 16,67 milisegundos entre actualizaciones). Por lo tanto, si un píxel tarda más de 16,67 ms en cambiar de un color a otro en una pantalla de 60 Hz, se observará un efecto fantasma detrás de los objetos que se mueven rápidamente.

Para un monitor de 144 Hz, el tiempo de respuesta debe ser inferior a 6,94 ms, para un monitor de 240 Hz, inferior a 4,16 ms, etc.

Los píxeles tardan más en cambiar de negro a blanco que viceversa, por lo que, aunque todas las transiciones de píxeles de blanco a negro sean inferiores a los 4 ms indicados en un monitor de 144 Hz, por ejemplo, algunas transiciones de píxeles de oscuro a claro podrían tardar más de 10 ms. En consecuencia, se produciría un efecto fantasma notable en escenas rápidas con muchos píxeles oscuros, mientras que en otras escenas, este efecto sería menos perceptible. En general, si se desea evitar el efecto fantasma, se recomienda buscar monitores para juegos con un tiempo de respuesta de 1 ms GtG (gris a gris) o inferior. Sin embargo, esto no garantiza un tiempo de respuesta perfecto, que debe optimizarse correctamente mediante la implementación de overdrive del monitor.

Una buena implementación del overdrive garantiza que los píxeles cambien con la suficiente rapidez y evita el ghosting inverso (es decir, el sobreimpulso de píxeles). El ghosting inverso se caracteriza por una estela brillante que sigue a los objetos en movimiento, causada por una sobrecarga excesiva de píxeles debido a una configuración de overdrive demasiado agresiva. Para saber cómo se implementa el overdrive en un monitor y qué configuración usar con cada frecuencia de actualización, conviene consultar análisis detallados del monitor.